La
región de La Araucanía es un amplio territorio al sur de Chile, que destaca por
la belleza de sus tierras y el enorme legado cultural de los pueblos
originarios que ahí habitan. La rica presencia de la naturaleza en la región,
con sus praderas, ríos y montañas convierten a esta en una de las más
interesantes a nivel nacional. El hecho anterior conjugado con la importante
población mapuche que habita en ese territorio da como resultado una
composición de la sociedad muy particular.
Temuco
es la ciudad capital de la Región de La Araucanía y de la Provincia de Cautín,
Chile, al mismo tiempo que una Comuna. Se ubica a 670 Kilómetros al sur de
Santiago, la capital de Chile. Por su entorno, pletórico de belleza natural, y
por su cercanía a una serie de balnearios lacustres, constituye una ciudad
desde la cual parten diversos circuitos turísticos. Además contiene uno de los
espacios más importantes de la Araucanía, siendo este el Monumento Natural
Cerro Ñielol que está a 7 cuadras de la Plaza de Armas de Temuco, y donde es visible
la belleza del bosque de la Araucanía.
Boyeco
es un sector rural que se encuentra ubicado a 12 km al noreste de la ciudad de
Temuco, ciudad capital regional de La Araucanía. Sus características climáticas
lo ubican en un sector de lluvias invernales con una larga estación seca en la
que predomina el buen tiempo, lo que
se denomina clima templado lluvioso. La estructura del suelo corresponde a
suelos profundos, planos y arcillosos del llano central, de permeabilidad lenta
y drenaje arcilloso. La población que habita el sector de Boyeco, asciende a
6.500 personas (Censo 2002), la mayoría
de ellos es de origen mapuche.
Esta es una localidad rural, donde sus habitantes son pequeños
minifundistas productores de cereales y legumbres, que complementan sus
actividades agrícolas con el cultivo de hortalizas y la crianza de animales
menores, como aves y cerdos. No obstante, estas actividades productivas han
variado considerablemente en los últimos veinte años, a partir de la
instalación del vertedero en el territorio, debido en gran medida a la
contaminación de las fuentes de agua, y a la proliferación de aves de rapiña,
ratas y perros vagos que se alimentan de los desperdicios del vertedero, y que
suelen atacar la crianza de animales para el consumo pertenecientes a las
familias del sector, afectando la seguridad de las mismas personas.
La
población de Boyeco, se ve expuesta diariamente a los efectos de la
contaminación producida por el Vertedero
de Basuras Municipal, emplazado en este territorio desde el año1992, y que
acopia los residuos emanados de las comunas de Temuco, Galvarino y Padre Las Casas.
El
vertedero de Temuco inició su funcionamiento en 1992 y se consideró
inicialmente una vida útil hasta el 2005, en medio de la resistencia de
numerosas familias del sector. Algunas de ellas fueron hasta detenidas por
movilizaciones y cortes de ruta, algunos dirigentes del sector firmaron un
acuerdo con la Municipalidad de Temuco, en ella el Municipio se comprometía a
implementar una serie de medidas sociales para las comunidades y de mantener el
funcionamiento del recinto en óptimas condiciones. Pero de este acuerdo han
pasado muchos años y no se han cumplido dichos compromisos. Hoy en día existe
un proyecto que pretende el cierre de este vertedero en año 2016.
El
Decreto Supremo N° 189 vigente desde el 2008,
establece el 31 de Diciembre de 2010, que todos los sitios en los que se
deposite basura deben ser rellenos sanitarios que cumplan con condiciones
básicas como: estar a más de 600 metros de lugares de captación de agua y a más
de 60 metros de cursos de agua; contar con cerco perimetral que impida el
ingreso de personas ajenas al recinto; además de contar con las autorizaciones
sanitarias y haber pasado por el Servicio de Calificación Ambiental, en el caso
que corresponda. El reglamento, a su vez, delega a la autoridad sanitaria; es
decir, cada Seremi de Salud, la responsabilidad de fiscalizar y dar
cumplimiento a estas normas.
El
gobierno ha intentado en innumerables situaciones dar solución a las demandas
de la comunidad de Boyeco y cerrar el Vertedero Municipal pero no se ha podido
concretar y es ahí donde los habitantes han tenido que adaptarse a este sector
en esta condición.
Desde
el vertedero emanan diariamente gases tóxicos, fetidez, y residuos de todo tipo
que escurren por sus tierras y vertientes de agua dulce. Produciéndose, a
juicio de varias organizaciones ambientalistas, una situación de contaminación
ambiental grave “sin ningún tratamiento y con serio peligro para la población.
Las
fuentes de agua se han contaminado sistemáticamente debido a los líquidos
percolados, como es caso emblemático del estero Cusaco que traslada esta
contaminación a otras 17 comunidades indígenas de la región, además se ve
afectada la calidad de las aguas subterráneas, teniendo que hervir el agua para
consumo, por cuanto el vertedero se
encuentra a 150 metros de viviendas mapuche, siendo 208 familias las que
habitan el primer anillo, quienes se encuentran, por lo mismo, más afectadas.
Existen
constantes focos de incendio en el recinto de basura, con emanaciones de gases
tóxicos y que día a día la población de Boyeco respira, en especial los alumnos
de la Escuela Boyeco que está a metros del recinto y nadie se está haciendo responsable.
En
cuanto a las posibles soluciones aún no se han podido concretar mayores
avances, pero en el ámbito social es posible crear conciencia en las nuevas
generaciones que habitarán en estas comunidades, es por esto que la mejor forma
de hacer un cambio en las personas del sector es educándolas para que puedan
tener más conciencia del problema que los afecta y así tomar medidas pequeñas
como por ejemplo limpiar los alrededores de sus viviendas, reciclar la basura,
no almacenar cantidades de basura en los patios de sus casas, etc. Estas pequeñas
medidas a lo largo del tiempo pueden ser grandes cambios en el sector y en la
conciencia de las nuevas generaciones.
El
desarrollo de las ciencias naturales y sociales ha conducido a una evolución en
los métodos de abordar el problema de la contaminación por esto el discurso se transforma en lo pedagógico-educativo, se produce una modificación
en el modelo de educación ambiental predominante en cada momento. Aunque los problemas
ambientales se remontan siglos atrás, el conocimiento de sus causas e interdependencias,
la divulgación y la aceptación de la crítica situación planetaria, es mucho más
reciente.
Actualmente,
existe una tendencia a plantear el cambio del término "educación
ambiental" por el de "educación
para el desarrollo sostenible”. El concepto de desarrollo sostenible es
extremadamente amplio, y está fuertemente ligado a la problemática mundial de
la pobreza. Dentro del esquema integrado del término, se habla de una
interacción ambiental y económica en la que existe una “zona de factibilidad”
donde el crecimiento económico debería ser suficiente
para resolver el problema de la pobreza y al mismo tiempo sostenible para
evitar una crisis ambiental, considerando además tanto la equidad entre las
generaciones presentes como la que involucra los derechos de las generaciones
futuras.
Por
su parte, la educación ambiental está dirigida a la formación de conocimientos,
capacidades, valores, actitudes, que reflejen la posición del hombre en
relación con la naturaleza y, en consecuencia, no se construye a sí misma de
manera anárquica; constituye un punto de confluencias de las ciencias
naturales, económicas, políticas, y sociales.
Los
Trabajadores Sociales deben implementar
estos conceptos para poder influir en la sociedad de manera de crear conciencia
social en el ámbito del medioambiente, y así no solo mejorar el entorno físico
sino que también el entorno donde las familias pueden desarrollar sus
actividades diarias de una mejor manera.
Efectivamente
hablar de educación en el ámbito del medio ambiente no soluciona de raíz el
problema de la instalación de un Vertedero en un sector rural en medio de
comunidades indígenas. Pero si se puede ser positivo al pensar que a pesar de
lo deteriorado de nuestro planeta las nuevas generaciones que necesitarán de
los recursos naturales para poder vivir tengan más conciencia y puedan proteger
y renovar dichos recursos.
Es
por esto que mediante la educación
ambiental, se busca la valoración de los
recursos naturales que hay en el sector y sentirse orgullosos de vivir en su
comunidad.
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